Las bibliotecas de
Castilla-La Mancha piden un pronunciamiento claro de los políticos.
Reducciones presupuestarias, ceses y cierres de
bibliotecas hacen que las Asociaciónes de Bibliotecarios de la región insten a
los partidos políticos que concurren a las elecciones para que expliquen
claramente cuáles van a ser sus propuestas.
El cierre de bibliotecas municipales, despidos de personal,
la desaparición de las líneas de ayudas a bibliotecas municipales, reducciones
presupuestarias de hasta un 80% y el despido del 100% del personal interino en
Bibliotecas Públicas del Estado, ha llevado a las asociaciones de
Bibliotecarios de Castilla-La Mancha a instar a los diferentes partidos
políticos que concurren a las elecciones para que se pronuncien y expliquen
claramente cuáles van a ser sus acciones en materia bibliotecaria que, en caso
de acceder al gobierno regional, vayan a realizar con el fin despejar la incertidumbre actual.
Consideran que la situación a la que se ha llegado es
insostenible ya no solamente por todos los recortes y despidos que se han
producido sino porque no hay un pronunciamiento claro de qué medidas se van a
tomar en el futuro para poder revertir la situación actual que afecta a los
trabajadores y también a los usuarios pues, por ejemplo, en muchas de las
bibliotecas municipales hace años que no se adquiere ninguna nueva publicación
por falta de ayudas y de inversión. En otras se han despedido a los
bibliotecarios y se han sustituido por personal no cualificado y otras sin más
han cerrado, lo que está repercutiendo directamente ya no solamente en la
calidad del servicio sino, directamente, en los usuarios.
Las asociaciónes de bibliotecarios de Castilla-La Mancha,
recuerdan la importante labor de disponer de un buen servicio de bibliotecas para
la sociedad ya que son centros para la formación y el aprendizaje, para la
adquisición de conocimientos, para la animación a la lectura y para la
introducción de la población en las nuevas tecnologías contribuyendo así a la
reducción de la brecha digital. Y es que las bibliotecas se han convertido, en
la actualidad, en verdadero motor cultural de los municipios así como lugares
de ocio alternativos que facilitan el aprendizaje y permiten la cohesión social
de sus usuarios. Todo ello reconocido por organizaciones internacionales como
la UNESCO